Este es un sistema vivo, lleno de abundancia desde sus inicios, hace falta observación, mente de principiante, mucha paciencia, respeto de los límites, abandono a las cosas como son y un trabajo arduo y presente para conectar con la transformación y la regeneración.
Me gustaría compartir la aventura de un proyecto de vida lleno de sentido y significado. Este sendero parte hace muchos años, pero te contaré la experiencia de los últimos dos y medio cuando me mudé a Puerto Montt a desarrollar un espacio para la transformación interior y la regeneración nativa. Quizás parte de esta experiencia pueda entregarte algo valioso para indagar en ti mismo(a).
Me centraré en el proyecto de regeneración nativa en una parcela deforestada hace muchos años, porque es ahí donde reside hoy la propuesta de auto transformación con la que trabajo y el devenir de este ecosistema se ha convertido en fuente de sabiduría para un recorrido de autoconocimiento. Por supuesto este proyecto viene de la mano de mi formación como psicóloga, instructora de mindfulness, investigación en terapia hortícola y práctica personal de meditación, pero hoy mi intención es centrarme en la bitácora de inmersión regenerativa de un bosque en el sur de Chile, que ha significado una aventura magnífica llena de desafíos y aprendizajes en su proceso, y pensar que recién está en una etapa inicial.
Para comenzar, debo decir que soy una completa neófita y entusiasta en el tema, por eso al principio metí mucho la pata y tuve que recurrir a personas con conocimiento para reencausar este proyecto de regenerar un bosque en un espacio donde solo había unos cuantos árboles, agua en exceso, un suelo pobre en nutrientes así como muchos otros obstáculos de por medio.
De todas las personas amorosas que me orientaron, quiero destacar el trabajo de @yo_regenero y su escuela para la regeneración, porque gracias a su formación pude darle una ruta ordenada y efectiva a mi sueño. Con ellos aprendí que una de las cosas más importantes para iniciar la regeneración, es saber cómo captar y redistribuir recursos vitales como el agua, sin necesidad de desviarlos para sacarlos. En el Sur llueve mucho y mi parcela tenía serios problemas de acumulación poco eficiente y me enseñaron como hacer de esto una condición de abundancia, en lugar de un problema. Otra cosa que fue nuclear en su escuela es que pude respetar mis límites y recursos, sin que esto signifique abortar el plan, algo que casi sucede cuando me vi sobrepasada con las demandas de la vida y el terreno.
Un segundo paso, fue animarme a darle una vuelta al paradigma estético de las zonas verdes en nuestras viviendas, cuando permitimos que sea la propia naturaleza la paisajista principal, podemos sorprendernos con su capacidad única para crear belleza, como un jardín florido de primavera en manos de las “malas hierbas”, la transformación inminente de observar con atención y rendirse a la lucha sin sentido. Donde antes solo había piedras y erosión hoy hay un vergel.
Como expliqué antes, los recursos económicos eran reducidos y no me permitieron hacer grandes inversiones, pero la naturaleza no te pide que corras, el proceso puede perfectamente ir a paso de hormiguita mientras se transforma, cada día tiene su afán. Además, la vida te sorprende de muchas formas y hay quienes creyeron en este proyecto y apoyaron donando árboles y recursos, creo que la colaboración es un valor precioso y tremendamente valioso, para ellos y ellas: GRACIAS infinitas.
Aprender a confiar en la sabiduría natural para proyectar un sistema autosostenible, fuerte y saludable fue un desafío significativo, me invitó a soltar auténticamente. Debo admitir que al principio tuve mis aprensiones porque tenía «urgencias» que atender además de presión externa, pero finalmente decidí confiar en los expertos y en lugar de ocupar fertilizantes para nutrir un suelo muy pobre o mata malezas para combatir plantas invasivas con potencial inflamable, utilicé recursos libres de químicos y muy a la mano, de esta forma evité debilitar el ecosistema y dar paso a que la naturaleza ocupe sus propios mecanismos para hacer frente a las adversidades. !Todo funcionó filete!
Puedo resumir que el trabajo hasta ahora ha consistido en acelerar el proceso regenerativo sin modificar o intervenir en la estructura vital natural y para conseguirlo puedo puntear algunas tareas fundamentales en esta primera etapa del bosque naciente:
- Manejo del agua. Implica no desperdiciarla o sacarla cuando parece que hay excedente, sino aprovechar y redistribuir con sistemas eficientes basados en canales, barreras vegetales y riego controlado.
- Podas estacionales basadas en las indicaciones de la horticultura.
- Nutrición sustentada en materia vegetal como son ramas de podas, compost caseros, hojas, desechos del pasto de los vecinos y todo lo que vaya sirviendo en términos nutritivos y orgánicos. En definitiva, todo desecho vegetal mezclado con agua es una fuente de nutrientes muy poderosa.
- Un vivero para producir y cuidar nuevas generaciones de especies nativas, en especial árboles y arbustos, que se plantan de forma planificada una vez que han recorrido al menos un ciclo vital de 4 estaciones.
- No remoción de piedras. Las piedras son parte importante del hábitat, dan cobijo a insectos que cumplen un papel relevante en este ciclo, como es alimentar a aves, polinizar, reducir la radiación solar, entre muchos otros.
- La convivencia respetuosa con aves y otros animales salvajes de la zona. Sin ellos el bosque no se autosostiene, depende completamente de la interacción con el resto de los seres vivos.
- La eliminación manual de especies invasoras y dañinas para el ecosistema, como es el chacay. Un Tip es que esta actividad, al igual que la poda, es maravillosa para el control de impulsos y la reducción del estrés.
El resultado de un ecosistema completamente maduro y autosostenible tomará muchos años y quizás sea para el deleite de otros, pero son las experiencias del camino lo que le da sentido y valor a este proyecto porque funciona perfecto al crear las condiciones necesarias para la búsqueda interior.
Desde ya este ambiente está también al servicio de otros, es un espacio amoroso y silencioso para la práctica de mindfulness, la psicoterapia y la terapia hortícola. Eres muy bienvenido(a) si te hace sentido esta senda de autoexploración.
Cuando logramos escuchar el pulsar de la impermanencia, podemos comprender nuestro ritmo y fuerza en la impermanencia, ahí se manifiesta que el camino es ya la meta.
En este breve espacio he podido disfrutar un sinfín de sensaciones, como el sabor de la alegría al ver el jardín florido de esta primavera, o la posibilidad de encontrar un espacio amable y seguro para encontrarme con la frustración o la ansiedad y practicar la ruta de la autorregulación. Cada una de estas y muchas otras experiencias están siendo muy valiosas en sí mismas, me doy cuenta que ambos, el bosque y yo pulsamos a un ritmo que no depende de nosotros, quien sabe nos encontremos viejos a relatar estas y muchas otras experiencias en la bitácora de nuestras vidas.
Agradecida le digo adiós a la primavera, para dar paso al verano y a nuevos aprendizajes 🌞🌳🌿🦆